En la foto Jose Pedro Corts (Decano de la Facultad de Odontología) , Dr. José Valdivia (Univ. de Chile), Dr. Juan Carlos Abarno (Director del Posgrado de Implantes)
Con el objetivo de intercambiar, con referentes extranjeros, experiencias y avances en el estado actual de la odontología restauradora y vinculada a implantes dentales, se realizó en la Facultad de Odontología de la Universidad Católica, el curso “Rehabilitación estética y funcional sobre implantes”, a cargo del Dr. José Valdivia.
Valdivia es profesor titular y director de las especialidades de Rehabilitación Oral e Implantología de la Universidad Autónoma de Chile.
Es especialista en Rehabilitación Oral con mención en Prótesis Fija, Removible y Prótesis sobre Implantes, además de magíster en Odontología con especialización en Rehabilitación Oral e Implantología, y doctor en Odontología, mención Implantología por la Universidad San Leopoldo Mandic (Brasil).
En el curso se abordaron dos grandes temas: las rehabilitaciones funcionales y estéticas mediante implantes en pacientes desdentados parciales y totales, aún con limitaciones en la cantidad de remanente óseo y programas para mejorar el acceso a la implantología por parte de los usuarios del sistema público.
Durante su visita conversó acerca de la actividad y su importancia.
¿Cuáles son los principales conceptos que viene a brindar en este taller?
Tratamos de entregar una integración sobre cómo manejar la relación protésica sobre implantes, desde el inicio de la atención del paciente, poniendo el énfasis en el diagnóstico, en la evaluación de riesgos de enfermedades que afectan a la cavidad bucal, la pérdida de dientes, etc.
Hablar sobre qué tipo de tratamiento es el adecuado para cada paciente, qué pronóstico tiene cada una de las acciones terapéuticas que estamos implementando y ejecutando en el paciente.Algo que parece tan sencillo como examinar a un paciente y darle un diagnóstico, debe estar basado en sólidos conocimientos científicos, con evidencia científica, evaluando y poniendo al paciente como persona en el eje central de nuestro diagnóstico.
Ya no hay recetas. Hay que poner al individuo como centro de análisis en los diagnósticos sobre su situación bucal y de ahí ver cuál es el diagnóstico y el diagnóstico terapéutico. Hacer una pre visualización de qué comportamiento y que predictibilidad van a tener en el largo plazo nuestros tratamientos integrados en el paciente.
¿Por qué es importante la rehabilitación estética y funcional sobre implantes?
Toda rehabilitación protésica, el restaurar nuestros dientes de manera fija, que es lo más óptimo, lo logramos a través de los implantes oseointegrados que anclamos a las bases óseas de los maxilares.
Y tiene que ser funcional y estética por dos motivos: los dientes que pongamos a nuestros pacientes se van a integrar en un sistema que está regulado por nuestro sistema nervioso central, a través de los músculos de la mandíbula que permiten masticar con confort y con movimientos armónicos.
Relacionar ambas arcadas en el proceso de la masticación que no cause molestias al paciente es lo que se llama funcional; y estética porque el recuperar los dientes perdidos cumple una función estética de vital importancia para el paciente porque influye en su personalidad, en la auto estima, en la auto imagen, en los niveles de confianza para socializar, en su entorno familiar y laboral, etc.
¿Qué opinión le merecen este tipo de intercambios académicos? y, ¿cómo lo enriquecen a usted?
Son de altísimo interés. Hay muchas cosas en el trasfondo: nos permite que cada universidad se enriquezca con los conocimientos de otros profesores del mismo nivel académico de nosotros, que practican la misma especialidad. Aparte se universaliza el conocimiento ya que nuestros alumnos, sin viajar de un país al otro, se empapan en períodos cortos sobre cuál es la filosofía que se está enseñando en otra universidad que dicta la misma especialidad.El estudiante busca tener mayores conocimientos y expertise para poder resolver casos de mayor complejidad. Y esto beneficia a nuestras universidades, a nuestro cuerpo docente, a nuestros profesionales y, en definitiva, a la salud que entregamos a nuestros pacientes.